Que al final nos equivocaremos, pero ¿y qué?

Aprender que de lo malo siempre se saca algo bueno, que algo no se cumple si uno no quiere y que por arriesgar no vas a dejar de perder nada. Las cosas buenas también nos suceden por algo, ¿realmente nos las merecemos? Si fuera por nosotros solo dejaríamos que nos ocurrieran cosas buenas pero, ¿qué sería de nosotros sin esos momentos en los piensas que nada tiene sentido? Echando de menos a alguien que has perdido, o alguien que se fue sin avisar. La vida a veces nos tiene que dar esos “palos” para darnos cuenta de una vez de la realidad y despertar de los malditos sueños. Que vives en el presente, aquí y ahora. A veces pienso que estaría bien no tener la capacidad de recordar, o al menos recordar solo lo que nos hizo feliz algún día en nuestra vida, pero no recordar momentos en los que lo pasaste tan mal, en los que sufriste tanto que todo ha dejado de tener sentido. Y también otra cosa, si en algún momento ese momento te hizo feliz, que su recuerdo también te haga. 

Podría estar encerrado en una cáscara de nuez y sentirme rey de un espacio infinito.

Aprendí que no se puede dar marcha atrás, que la esencia de la vida es ir hacia delante. Porque nada es imposible porque lo imposible puede suceder, porque el que no arriesga no gana. Que no es más rico quien más tiene, sino el que menos necesita. Porque al final de lo único que te vas acordar es de las cosas buenas, que el tiempo corre muy deprisa que lo único que no te va a gustar de la vida es que te va a parecer demasiado corta.

Sí, tú

 

Si tú saltas yo salto ¿recuerdas?

♥

Me encanta su sonrisa, su pelo, sus rodillas. Me encanta el lunar con forma de corazón que tiene en la piel. La forma en la que a veces se moja los labios antes de hablar. Y el sonido de su risa. Me encanta mirarla cuando está dormida. Me encanta escuchar esa canción cada vez que pienso en ella y cómo consigue que me sienta. Hace que todo sea posible, no sé... como si mereciese la pena vivir.

Sometimes

El secreto está en hacer de este mundo tu mundo, y saber aprovechar lo que te gusta. ¿Lo qué no?, tíralo al mar y que todo siga su curso.

Ganas de enloquecer, de gritar, de bailar, de beber, de reir, de saltar, de perder todo menos la ilusión, ponte tus mejores tacones llevalos hasta que tus pies no puedan andar, pelo liso, ojos oscuros, labios rojos, sal,  arrasa, bebe hasta la última copa, sube las manos, sube las caderas, sube la temperatura, aguanta hasta que el sol se haga presente y un nuevo día comience que esa noche, sea TÚ noche. Todas las miradas se giren hacia tí, ni una lágrima, ni una mala cara, provoque que esa chica tímida no demuestre lo que tiene que ofrecer, esa niña pequeña ya no es tan pequeña, esa chica viene con ganas de comerse el mundo, y no a tí, no tiene principe, ni sapo, tampoco la espera un carruaje de ensueño, no necesita a nadie sale con su mejor sonrisa a la calle, y pronuncia un que te den y asi se marcha a disfrutar, hasta que salga el sol.

New York ♥

Cuantos caminos y cuantos desvíos, cuantas decisiones y cuantos errores en ese largo viaje que es la vida. De vez en cuando, uno se siente perdido, y cuando eso ocurre, lo mejor es olvidar lo que debió o pudo haber hecho y seguir adelante. Mientras avanzamos por esa infinita carretera con destino a quien esperamos ser, a veces no puedo evitar pensar: ¿habremos llegado ya?.

Corre hasta quedarte sin aliento, hasta no poder más, hasta llegar a la meta, hasta ganar, no pares hasta conseguir lo que quieres. Salta hasta sentir que puedes tocar las nubes incluso abrazarlas, sentarte en ellas. Cree todo lo que salga de tu boca, tus mentiras, rumores, criticas, sentimientos, pero no todo lo que digan los demás.

A veces hay que recordar quién eres y dónde quieres estar.

Lo importante no es morir, sino lo que estás haciendo en el momento en el que mueres.

Yo en cambio hace tiempo que aprendí que la vida se pasa volando, mirando a los adultos a mi alrededor, tan apresurados siempre, tan agobiados porque se les va a cumplir el plazo, tan ávidos del ahora para no pensar en el mañana… Pero si se teme el mañana es porque no se sabe construir el presente, y cuando no se sabe construir el presente, uno se dice a sí mismo que podrá hacerlo mañana y entonces ya está perdido porque el mañana siempre termina por convertirse en hoy, ¿me entendéis? De modo que sobre todo no hay que olvidarlo. Hay que vivir con la certeza de que envejeceremos y que no será algo bonito, ni bueno, ni alegre. Y decirse que lo que importa es el ahora: construir, ahora, algo, a toda costa, con todas nuestras fuerzas. Tener siempre en mente la residencia de ancianos para superarse cada día, para hacer que cada día sea imperecedero. Escalar paso a paso cada uno su propio Everest y hacerlo de manera que cada paso sea una pizca de eternidad. Para eso sirve el futuro, para construir el presente con verdaderos proyectos de seres vivos.

Vale la pena esperar

No os preocupeis por el futuro. O preocuparos si queréis, pero sabiendo que eso ayuda lo mismo que masticar un chicle para resolver una ecuación matemática. Los verdaderos problemas de la vida seguramente serán cosas que ni se te habían pasado por la cabeza, de esas que te cogen por sorpresa a las cuatro de la tarde de un martes perezoso. Cada vez que te asustes haz una cosa: ¡canta!

Y saber que de los peores finales llegan los mejores comienzos

El día pasa, pasa que estoy de pie en algún lado… y me doy cuenta de que no quiero ser ninguno de los que están a mi alrededor. De que no quiero hacer lo que estoy haciendo ahora, ni lo que voy a hacer mañana. Ni siquiera quiero ser yo, solo quiero un cambio; la vida es demasiado corta para sufrir con tonterías. Y en ese momento, es cuando me doy cuenta de que he cambiado. Me doy cuenta que he aprendido el significado de VIVIR.  Me he dado cuenta de que no hay tiempo para odiar a aquellas personas que me odien, estoy ocupada en amar a aquellas que me quieren. De que nunca hay que dejar de escapar esa oportunidad que te hace feliz, solo porque a los demás no les guste. De que no hay que esperar al amor, porque las mejores personas llegan cuando menos te lo esperas. Y también de que siempre hay algo bueno, que nunca debo dejar de sonreír, que por muy mal que lo pase siempre hay algo o alguien que merezca mi sonrisa. Me he dado cuenta de que siempre que me dicen que no puedo hacer algo, es porque ellos no pueden. De que la esperanza es algo que nunca ha de perderse.  De que si tengo un sueño, debo cuidarlo. Y de que si quiero algo, luchare, y iré a por ello.

"Porque el dia en el que empiezo a no tener miedo es cuando empiezo realmente a disfrutar."

I want to see the world

- ¿Qué es lo que más le sorprende de la humanidad? 

- Que se aburren de ser niños y quieren crecer rápido, para después desear ser niños otra vez. Que desperdician la salud para hacer dinero y luego pierden el dinero para recuperar la salud. Que ansían el futuro. Que viven como si nunca fuesen a morir y mueren como si nunca hubieran vivido. 

- Pero, ¿cuáles son las lecciones que debemos aprender? 

- Que no pueden hacer que nadie los ame, sino dejarse amar. Que lo más valioso en la vida no es lo que tenemos, sino a quien tenemos. Que una persona rica no es quien tiene más, sino quien necesita menos y que el dinero puede comprar todo menos la felicidad. Que quien no valora lo que tiene, algún día se lamentará por haberlo perdido, y que quien hace mal algún día recibirá su merecido. Una persona fuerte sabe cómo mantener en orden su vida, y aún con lágrimas en los ojos, se las arregla para decir con una sonrisa: " Estoy bien".

1 + 1 no siempre son 2

- No te ofendas, pero a veces, una se siente mas libre de hablarle a un extraño que a la gente que conoce, ¿Por qué será?

- Probablemente porque un extraño nos ve como somos y no como quiere creer que somos.

Descubrieron que la vida continúa incluso cuando has de enfrentarte a un dolor que parece insoportable, un dolor que exprime tu corazón hasta sacarle la última gota y deja su trazado zigzagueante en el interior de tu cráneo. Sí, la vida sigue, y el dolor empieza a perder intensidad poco a poco, y luego empieza a desvanecerse.

"Preferiría morir mañana que vivir cien años sin haberte conocido."