Corre hasta quedarte sin aliento, hasta no poder más, hasta llegar a la meta, hasta ganar, no pares hasta conseguir lo que quieres. Salta hasta sentir que puedes tocar las nubes incluso abrazarlas, sentarte en ellas. Cree todo lo que salga de tu boca, tus mentiras, rumores, criticas, sentimientos, pero no todo lo que digan los demás.
A veces hay que recordar quién eres y dónde quieres estar.